¿Crees que por dejar hablar a la otra persona eres un buen oyente? Puede ser que estés equivocado
- En un mundo apresurado y de inmediatez pocos son los que realmente se detienen a escuchar lo que dicen otros.
- Saber escuchar es una habilidad que puedes desarrollar y que es muy valorada.
- Es necesario ser un buen oyente para poder ser además un buen comunicador.
¿Cuántas veces has estado conversando con alguien y mientras te están contando algo sientes ese clic de desconexión? ¿Y esas otras ocasiones en que mientras otra persona habla nos dedicamos a pensar en qué responder? O ni siquiera, eso, simplemente dejamos de escuchar porque nos dedicamos a pensar en otra cosa.
Lo cierto es que es habitual que nos tengamos en buena estima como oyentes, pero más cierto es aún que nos equivocamos en la mayoría de los casos.
Ser un buen oyente es una habilidad social cada vez más valorada. Detenerse a escuchar implica calma, tiempo… Algo queno suele sobrar en la actualidad. No, estar pensando sobre lo que nos están contando mientras esa persona está hablando tampoco es saber escuchar. La escucha, o al menos la escucha activa, necesita de toda nuestra atención, dejando los pensamientos y reflexiones para después.
Si mantenemos la mente activa mientras escuchamos es posible que perdamos detalles de lo que se nos está contando. Por este motivo hemos decidido ofrecerte algunos consejos para que te conviertas en un buen oyente.
1. Escucha con atención y deja de pensar
Si estar pensando mientras alguien te habla te hace perder el hilo de lo que te están contento debes parar. Seguro que tú mismo te das cuenta de que el hecho de estar pensando te impide captar todo lo que quieren contarte. Tu interlocutor necesita toda tu atención y si no la tiene se dará cuenta, no eres tan bueno disimulando.
2. No malinterpretes
Si lo que estás oyendo no te está pareciendo correcto intenta plantear en la conversación preguntas que te ayuden a confirmar lo que estás pensando. Plantear este tipo de preguntas dejará claro que estás inmerso de lleno en la conversación y que tienes interés en ella.
3. Deshazte de las distracciones
Sí, ya sabemos que es un consejo muy básico pero también es fundamental. Si necesitas tener una conversación en la que poner toda tu atención disminuye cualquier posible distracción externa. Silencia los dispositivos electrónicos, apaga el ordenador… Permitirte distraerte con algo así es una muestra de mala educación con tu interlocutor.
4. Un buen lenguaje corporal es fundamental
Aunque estés en un lugar cómodo no tienes por qué estar tumbado o recostado de forma descuidada. Esta actitud puede hacer que la otra persona se sienta incómoda y que piense que no quieres prestarle atención. Tampoco optes por posturas como cruzar los brazos o mirar hacia otro lado, dará la sensación de que digan lo que digan estás en desacuerdo.
5. Asegúrate de haber entendido lo que te están diciendo
Detente y piensa en lo que te acaban de contar. Ahora coméntalo con tu interlocutor. Quizás hayas malinterpretado algo de lo que te ha dicho pero de esta forma sabrás qué ha podido ser.
6. Escucha y no interrumpas
Sabemos que es otra de las lecciones más básicas de una conversación pero no todo el mundo la respeta. En ocasiones estamos tan centrados en nuestros propios pensamientos y en compartirlos que cometemos este error. Deja que tu interlocutor hable, respeta su turno y cuando finalice plantéale cualquier duda o comparte esa idea que has tenido antes.
7. Ten paciencia
Sabemos que a veces no es fácil prestar toda nuestras atención a otra persona. En ocasiones no nos encontramos en el modo adecuado para ello. En otras simplemente nos falta práctica. Si a la hora de tener una conversación importante crees que no vas a tener suficiente tiempo para dedicarle aplázala. Así podrás enfrentarte a ella de forma mucho más calmada y la otra persona podrá expresarse con calma.
8. Pregunta
Sí, lo importante es que escuches a tu interlocutor pero tambíen debes observar y preguntar. Puede que mientras te estén contando algo la actitud de esa persona cambie o notes algún gesto que llame tu atención. Pregunta acerca de ello para tener una visión más completa de lo que te quiere transmitir.
9. Y si no puedes evitarlo….
Si por algún motivo no puedes resistir dedicando tu completa atención a la otra persona discúlpate. Puede ser un simple lapsus de atención así que lo mejor que puedes hacer es admitir que te has distraído y disculparte antes de retomar la conversación.
- Fuente: Universia España